Los arquitectos Joaquín Torres y Rafael Llamazares se conocieron en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid. Desde aquel momento, entendieron la necesidad de aportar una visión distinta de la profesión y fundaron el estudio A-cero para hacerla posible. Su visión compartida de la arquitectura y el diseño se refleja en cada una de las obras que han realizado, caracterizadas por líneas modernas, geometría audaz y una clara apuesta por la estética contemporánea. Una filosofía que trasciende lo puramente constructivo en busca de la combinación perfecta entre estética y funcionalidad.
Su exitosa trayectoria los ha llevado a mirar el futuro sin perder de vista a los maestros de la arquitectura moderna. En ellos se basan para construir un mensaje transformador, en el que la belleza, la plasticidad y la calidad estética deben ser la norma. Frente la deshumanización urbanística, defienden la responsabilidad social de los arquitectos; un compromiso que nace de la capacidad que tiene la arquitectura para mejorar la sociedad.
En sus obras, caracterizadas por un elegante minimalismo con toques brutalistas, Torres y Llamazares buscan fusionar la arquitectura con el entorno, aprovechando la luz natural y la topografía del lugar para crear espacios armoniosos y confortables. Este objetivo se manifiesta en el uso de grandes ventanales, terrazas y patios que permiten una conexión fluida entre los espacios interiores y exteriores, generando una sensación de continuidad y amplitud. En colaboración con Kronos Homes, A-cero ha diseñado dos proyectos muy distintos.
Ambos vanguardistas y modernos, pero cada uno con su propio carácter. El primero fue The Collection, un exclusivo residencial ubicado en Puerta de Hierro, cuyo diseño juega con los volúmenes y la superposición de planos para transmitir una imagen potente y rotunda, pero profundamente integrada en su contexto urbano. El segundo fue Oasis 325, un gran conjunto residencial en la Costa del Sol, del que destacamos sus grandes ventanales y sus pérgolas esculturales, realizadas en hormigón prefabricado. Dos obras innovadoras y singulares que materializan una arquitectura capaz de romper las fronteras del tiempo.
Cuando se habla de A-cero, suele hacerse referencia a Joaquín Torres. Algo que, por otra parte, que no debe extrañar, pues el arquitecto barcelonés ha adquirido notoriedad pública por su presencia en los medios de comunicación. No obstante, a pesar de que Torres es la cara más visible, el estudio de arquitectura no se concibe sin su otra cara: el leonés Rafael Llamazares.
Nacido en la Ciudad Condal en 1970, el arquitecto Joaquín Torres es hijo del ferrolano Juan Torres Piñón, fundador de la constructora ACS junto al también empresario, y presidente del Real Madrid CF, Florentino Pérez. Ciertamente, la figura paterna tuvo una gran influencia en los gustos de Torres, pues fue la encargada de familiarizar al pequeño Joaquín con la arquitectura, la escultura, la pintura o la música clásica.
De manera especial, su interés por la arquitectura y el arte comenzó a despertar a los 12 años mientras cursaba estudios en el Liceo Francés de Madrid. Pero el verdadero punto de inflexión en su trayectoria vital llegaría cuatro años después, cuando viajó a Estados Unidos para estudiar inglés.
“A la familia con la que vivía le pedí que me llevara a Pensilvania para ver la residencia Kaufmann –popularmente conocida como la casa de la cascada– de Frank Lloyd Wright. Y también a Chicago para conocer la obra de Ludwig Mies van der Rohe. Sus trabajos me fascinaron. Y en ese momento decidí que quería ser arquitecto”, manifestó al magacín AzureAzure hace tres años.
Un anhelo que se materializó en 1996 al obtener el título en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de A Coruña y fundar el estudio A-Cero Joaquín Torres Arquitectos junto a Rafael Llamazares y Alberto Peris.
Desde entonces, ha dejado su sello en numerosos proyectos que son un ejemplo de arquitectura moderna, elegante y vanguardista. Y entre sus influencias, reconoce ser admirador del trabajo de arquitectos como el británico John Pawson o la iraquí Zaha Hadid.
Aunque las casas de Joaquín Torres son disfrutadas por personas anónimas de diferentes perfiles, es conocido por buena parte de la opinión pública como «el arquitecto de los famosos». Una consideración que tiene sus orígenes en la relación profesional que mantuvo con el constructor y promotor inmobiliario Luis García Cereceda.
“Luis me abrió un mundo desconocido para mí. Y gracias a él pude trabajar con Amancio Ortega –fundador del grupo empresarial textil Inditex–, el expresidente del Gobierno Felipe González o la familia Entrecanales”, explicaría años más tarde en Vanitatis.
Torres, como representante de A-Cero, apareció en varias ocasiones en el programa Supercasas de laSexta. En este espacio, personalidades como el piloto de rallies Carlos Sainz, la periodista Cristina Tárrega, el exfutbolista Fernando Hierro, el colaborador televisivo Gonzalo Miró o la exmodelo Nuria March mostraban sus hogares, conviertiendo a Torres en un personaje mediático.
Ambos estudiaron juntos y fundaron A-cero Arquitectos en 1996, año en el que abrieron el café-bar Casa Pilar en una céntrica calle de A Coruña. Se trataba de un local de 150 metros cuadrados, posteriormente reconvertido en restaurante, donde pusieron en práctica su original forma de entender la arquitectura y el interiorismo.
Desde sus comienzos, Torres y Llamazares se han distinguido por aplicar un concepto de arquitectura contemporánea inspirada en el mundo del arte. Una visión influida por el modernismo de Le Corbusier y Ludwig Mies van der Rohe, la arquitectura orgánica de Frank Lloyd Wright, el minimalismo de John Pawson, la innovación de Zaha Hadid o la contundencia volumétrica de los españoles Ignacio Vicens y José Antonio Ramos.
Y su eclosión se produjo de la mano de Luis García Cereceda. El constructor y promotor inmobiliario fue el impulsor de La Finca, en Pozuelo de Alarcón (Madrid), una de las urbanizaciones más exclusivas de Europa. Allí se trasladó el estudio de arquitectura en el año 2000, comenzando una andadura en la que destacaron los trabajos realizados para personajes famosos.
Algunos de aquellos proyectos se dieron a conocer al gran público a través de la serie Supercasas de laSexta. Un espacio que contó con la participación de Joaquín Torres y en el que miles de telespectadores pudieron familiarizarse con las viviendas de los cantantes Alejandro Sanz y Madonna; los futbolistas Cristiano Ronaldo y Zinedine Zidane; los televisivos Gonzalo Miró y Cristina Tárrega; o las empresarias Nuria March y Mónica Cuétara.
Sin embargo, Torres y Llamazares no se han ceñido a los encargos de celebridades. Entre sus trabajos también destacan las promociones inmobiliarias. Y, como se ha comentado, ambos prestan especial atención al interiorismo. De hecho, cuentan con un equipo especializado en el diseño, mobiliario, decoración y reforma integral de interiores de viviendas, oficinas, restaurantes, tiendas, etc.
A sus oficinas de Madrid, en 2007, sumaron las de Dubái (Emiratos Árabes Unidos). Así pues, su obra ha traspasado fronteras, ya que, además de en Oriente Medio, han llevado a cabo proyectos en numerosos países: desde Austria hasta República Dominicana, pasando por Estados Unidos, Líbano, Rusia o Tailandia.
En la oferta del estudio, A-cero Tech merece una mención aparte. Sin duda, esta división ha revolucionado el mundo arquitectónico e inmobiliario con sus casas modulares fabricadas de manera industrial. Basta con tener una parcela y encargar el proyecto. El resultado son viviendas personalizadas y exclusivas, caracterizadas por su calidad y respeto al medio ambiente.
Joaquín Torres y Rafael Llamazares comenzaron a producir estas edificaciones industriales en 2009. Un modelo de vivienda que se fabrica en taller, se monta en obra y se adapta a cualquier terreno, lo que le confiere las siguientes ventajas:
Uno de los primeros clientes en apostar por las viviendas industriales de A-cero Tech fue Carlos Sainz. “Una de las ventajas de estas casas modulares son los plazos de entrega. Y no menos importante: aquí no existen las sorpresas negativas ni los problemas que suelen darse en las obras convencionales”, comentaba el piloto de rallies en el programa Supercasas junto a Torres y Llamazares.
Lejos de centrarse única y exclusivamente en las viviendas prefabricadas, el estudio también emplea su concepto de arquitectura modular en ambulatorios, oficinas, instalaciones deportivas o centros educativos. Y sus servicios incluyen asesoramiento, obtención de permisos y licencias, acometidas, cimentaciones, transporte y montaje de las edificaciones, etc.
El trabajo arquitectónico de Joaquín Torres y Rafael Llamazares abarca desde mansiones para Amancio Ortega (Inditex) o la familia de empresarios Entrecanales hasta promociones inmobiliarias, complejos residenciales, viviendas unifamiliares… Entre otras, en la trayectoria de A-cero destacan las siguientes obras:
Asimismo, su labor ha sido reconocida con distintos premios y reconocimientos, tanto en España como fuera de ella. En ellos, se ha valorado una arquitectura “con alma, donde formas y materiales se mimetizan con el entorno creando espacios únicos y personales”, tal y como defienden Torres y Llamazares en la web oficial del estudio.
La pasión de A-cero por la arquitectura y los trabajos en los que se implica no ha pasado desapercibida para Saïd Hejal. Tanto es así, que el CEO de Kronos Homes le encargó el diseño del complejo residencial The Collection, ubicado en la exclusiva urbanización Puerta de Hierro de Madrid. Un entorno natural privilegiado al estar rodeado por la Casa de Campo, el monte de El Pardo y la Dehesa de la Villa.
En la puesta de largo del proyecto, Hejal observó que “para que The Collection fuera un éxito era muy importante trabajar con estrellas de la arquitectura madrileña, como A-cero”. Por su parte, Joaquín Torres resaltó que el complejo le había aportado “un valor añadido inmenso a Puerta de Hierro”. Y añadió que, a diferencia de otros promotores, cuando comenzó a colaborar con Kronos, quedó claro que “lo importante era la calidad, la calidad y la calidad”.
The Collection no ha tardado en adquirir fama y notoriedad, pues en él se encuentra el ático de Tamara Falcó. “Está ubicado muy cerca de la casa de mi madre –en referencia a Isabel Preysler–. Y sabía que Saïd siempre busca la excelencia. Buena muestra de ello es que encargó el proyecto a Joaquín Torres y Rafael Llamazares, lo cual es un plus adicional”, comentaba la popular colaboradora televisiva y embajadora de Kronos Homes en la entrega de llaves de su nueva casa.
Tamara ha apostado por un complejo de viviendas que combina la mejor arquitectura residencial con la sostenibilidad. Una característica plasmada en la vegetación integrada de los edificios y las zonas ajardinadas. Y avalada por el exigente certificado Breeam, un sello que distingue a las construcciones respetuosas con el medio ambiente.
Igualmente, la promoción de Kronos ha sido dotada de áreas comunes, con piscina, spa, gimnasio y zona social gourmet, para que sus residentes dispongan de todo lo necesario sin necesidad de salir del complejo.
Asimismo, A-cero también es responsable de la primera fase de Oasis 325, un gran proyecto residencial ubicado en Estepona y cuya nombre hace referencia a los días anuales de sol que caracterizan a esta atractiva localidad malagueña. En su diseño, Torres y Llamazares plantearon unas grandes piezas esculturales de hormigón, que, no solo son un elemento de identidad arquitectónica, sino también una pérgola que tamiza y optimiza el confort de las viviendas. Unas viviendas que, además de encontrarse en un paraje de gran belleza natural, cuentan con un completo equipamiento comunitario, entre el que destaca una espectacular piscina rodeada de jardines.