Madrid aúna tres características que la sitúan entre las principales capitales europeas. Su altísima calidad de vida la consolida como una urbe de referencia en el continente, no solo por sus servicios públicos, sino también por su dinámica vida social y laboral.
Tampoco podemos olvidar su espectacular patrimonio artístico, con algunas de las principales pinacotecas del mundo, como el Museo del Prado o el Reina Sofía, además de una impresionante oferta de ocio, con teatros, salas de conciertos, exposiciones, galerías, etc. Y, por supuesto, su potente estructura financiera y educativa, con multitud de empresas multinacionales y universidades de primer nivel, que dan una idea de su brillante futuro y su enorme proyección internacional.