El sofá es la pieza fundamental del salón, pero también ha conquistado nuevos espacios, como el jardín, el baño o el recibidor. La amplia gama de opciones nos ayuda a combinarlo con cualquier estilo decorativo, dándole un sentido estético y aportando confort a las estancias. Este asiento es el lugar donde más tiempo pasamos y puede ser nuestra butaca de cine, un rincón de lectura, el punto de encuentro de la familia o el lugar ideal para compartir con amigos.
Cuando elegimos un sofá debemos tener en cuenta tres aspectos fundamentales: las medidas de la habitación, la distribución de la estancia y cuántas personas lo ocuparán de forma habitual. Pero hay otros aspectos importantes que vamos a analizar.
La vida útil de un sofá está alrededor de los 16 años, dependerá de los tejidos que elijamos, si usamos o no fundas para protegerlo de posibles manchas, que la estructura sea de materiales resistentes, como madera maciza o metal, y que las patas formen parte de ella para darle robustez y estabilidad. Pero, sobre todo, dependerá del trato que le demos diariamente.
Para saber si un sofá es cómodo y confortable debe cumplir algunos requisitos:
Hay piezas que tienen un diseño impactante y único pero si lo que buscamos es comodidad y un uso frecuente, la comodidad es un must.
Elegir el sofá perfecto para nuestro hogar dependerá de las necesidades y del espacio con el que contemos. La forma y los materiales serán los puntos clave para que la decisión sea perfecta.
Los modelos se adaptan a los espacios y el uso cotidiano, y existen opciones para todos los gustos:
De la elección de los materiales tanto exteriores como interiores dependerá no solo la comodidad del sofá, sino también su durabilidad.
El algodón es un tejido elástico, fresco y resistente que no se deforma con facilidad. Idóneo para crear espacios de estética natural y disponible infinidad de colores y estampados.
Uno de los materiales más resistentes es la piel que incluso desgastada aporta un plus decorativo. Ideal para cualquier ambiente o estilo y fácil de limpiar con un paño humedecido y crema cada 4 o 6 meses. Un único pero: poco aconsejable en lugares con temperaturas muy cálidas.
Los tejidos técnicos ofrecen una gran resistencia a las manchas. Esta tapicería se adapta a los estilos y es fácil a la hora de la limpieza. Ofrece una gran variedad de texturas y colores.
La mezcla de fibras sintéticas y naturales da como resultado la chenilla, con un acabado aterciopelado. Resistente y poco propensa a las arrugas, su efecto tornasolado modifica el color según recibe la luz y aporta vida a las estancias.
También debemos tener en cuenta los materiales del interior. Es recomendable un respaldo más blando que el asiento. El uso de pluma, fibra hueca siliconada de alta recuperación o espuma HR es ideal. Y para el asiento, espuma viscoelástica, muelles o espuma de poliuretano HR ofrecen gran resistencia y durabilidad.
El salón es el lugar idóneo y por excelencia del sofá, pero es un mueble que nos dará la vida en el exterior, ya sea en terrazas o jardines. Solo tenemos que elegir un lugar cómodo donde colocarlo para disfrutar del aire fresco y el sol.
También el recibidor de la casa puede ser un espacio perfecto para situarlo. No es necesario que sea de gran tamaño. Este mueble en la entrada ofrece una sensación de confort y calidez única. Y si tienes un despacho o una pequeña biblioteca, no lo dudes: un sofá te vendrá genial para descansar y consultar libros o material del trabajo.
Ya puedes elegir el sofá idóneo para tu hogar. Toma medidas, elige los materiales y la forma que mejor se adapten a tus espacios para darles un mayor confort. Y, sobre todo, no tengas miedo a la hora de situarlo en cualquier estancia, aunque sea en una poco habitual: será un plus en tu decoración.
Te puede interesar
Proyectos con increíbles espacios interiores