Calma total y luminosidad son las líneas maestras del interiorismo de Alejandra Pombo en Nolita. Para este proyecto tan especial, ubicado en una de las mejores zonas de Valladolid, hemos querido contar con alguien capaz de interpretar la frescura y la calidad de su arquitectura. Todo un reto cuyo resultado os invitamos a descubrir de la mano de la revista AD. Solo tienes que darle al play.
Al abordar un proyecto como Nolita, es fundamental confiar su diseño a un arquitecto que conozca el terreno y sus particularidades. Por ello, en esta ocasión, hemos optado por dos estudios locales, el de Óscar Miguel Ares y G-33, con Gregorio Alarcia a la cabeza. Un equipo de profesionales excepcionales que han sabido sacar el máximo partido de una ubicación inmejorable. De hecho, el barrio de El Peral es una de las zonas con mayor proyección de Valladolid, gracias a su cercanía al centro y a su estrecho contacto con el medio natural. Un contacto que ha marcado el camino a seguir a la hora de configurar la disposición de los edificios y las zonas comunes, entre las que destaca una espectacular piscina comunitaria.
Así, las viviendas unifamiliares y plurifamiliares de Nolita se abren al entorno a través de grandes ventanales, patios y terrazas que integran el espacio exterior en cada estancia. Una premisa que no solo nos permite disfrutar de la vida al aire libre, sino que también favorece una luminosidad y soleamiento óptimos en cada rincón de la casa. No en vano, esa luz tan especial ha sido el eje central del interiorismo de Alejandra Pombo, quien ha sabido captar a la perfección la esencia del proyecto.
Y, para conseguirlo, Pombo ha apostado por el blanco como lienzo para disponer una serie de piezas muy especiales. Elementos muy distintos que, sin embargo, se complementan y consiguen un resultado mayor que la suma de las partes. En este sentido, el propio color blanco, lejos de ser un plano bidimensional, se desdobla en distintas texturas que se distribuyen en muebles, jarrones, alfombras y lámparas, demostrando que la riqueza y profundidad de los espacios no se consigue únicamente a base de combinar colores. Muy al contrario, las texturas también alcanzan las paredes, gracias al papel de pared de Wall & Deco, y se extienden en el sofá principal, donde una maravillosa tela de Gancedo aporta calidez y exclusividad.
Mención aparte merece el cuadro de Carlos Peris, titulado Cruz, capaz de reclamar su protagonismo como obra de arte sin interferir en el ambiente de relajación y paz que transmite el conjunto del salón. Y, sin salir de la habitación, tampoco podemos olvidarnos de la Capitol Chair 051 de Pierre Jeanneret y su madera de teca, que contrasta con el tapizado y las texturas de los demás muebles.
En cuanto a las lámparas, no podemos irnos sin encender dos: en el salón, sobran palabras para la escultural lámpara cactus; y en el hall, la colorida lámpara de Peralta. Aunque, en este último espacio, también nos ha enamorado la bancada de madera con los asientos grises y los respaldos rojos. Un toque de energía que no perturba en absoluto la calma que se respira en el resto de espacios. En resumen, un interiorismo que da vida al proyecto y que termina por redondear una casa en la que todos querríamos vivir.
Y, como siempre, ahora que ya los sabes todo, lo mejor es que te lo cuenten sus protagonistas. Te dejamos con Alejandra Pombo y Saïd Hejal.
FOTOS Y VÍDEO: Revista AD.