Haz de tu hogar el mejor lugar para dormir

Prepara tu habitación para el descanso

Crea un ambiente tranquilo

El primer paso para una noche de sueño reparador es asegurarte de que tu dormitorio invite al descanso. Opta por colores suaves y neutros tanto para las paredes como para la ropa de cama. Los tonos pastel y los colores tierra pueden ayudar a calmar la mente y preparar el cuerpo para dormir.

Controla la luz y el ruido

La oscuridad es una señal crucial para el cerebro de que es hora de dormir. Invierte en cortinas o persianas opacas que bloqueen la luz exterior y considera usar tapones para los oídos o una máquina de sonido blanco para minimizar el ruido disruptivo. 

Mantén una temperatura agradable

La temperatura ideal para dormir varía entre 18 y 22ºC. Asegúrate de ajustar tu calefacción o ventilación según la estación para mantener tu habitación en este rango, lo que ayudará a tu cuerpo a relajarse y a dormir profundamente.

Desconecta de la tecnología

Los dispositivos electrónicos se han convertido en una presencia constante, incluso en los momentos previos al sueño. Sin embargo, su uso nocturno puede tener un impacto negativo significativo en nuestra capacidad para conciliar y mantener un sueño profundo y reparador. La luz azul emitida por pantallas de teléfonos, tabletas y ordenadores puede interferir con la producción natural de melatonina, la hormona que regula los ciclos de sueño-vigilia dificultando el proceso de conciliar el sueño. Silencia el móvil y, si puedes, apágalo completamente para que nada perturbe tu descanso. Crear un entorno libre de dispositivos electrónicos en tu dormitorio puede marcar una diferencia significativa en la calidad de tu sueño.

La elección fundamental: cama y colchón

Elige el colchón adecuado

Un buen colchón es fundamental para lograr un sueño reparador. Actualmente hay varias opciones donde elegir – viscoelástica, látex, muelles ensacados- para que aciertes, sí o sí. Tu elección depende de si duermes en pareja o no y de la forma en que descanses: postura, movimiento, etc.

La base importa

Una base sólida puede prolongar la vida de tu colchón y mejorar tu calidad de sueño, pues afecta a la comodidad general de tu cama. Las bases de cama o somieres son imprescindibles para proporcionar soporte uniforme y prevenir cualquier hundimiento del colchón. Asegúrate de que la base sea compatible con tu colchón en cuanto a tamaño y tipo. Algunos colchones, especialmente los de espuma viscoelástica, funcionan mejor con bases sólidas y planas, mientras que otros pueden adaptarse bien a diferentes tipos de bases. 

Ten en cuenta el tipo de soporte que necesitas según tus preferencias de sueño y cualquier necesidad específica de salud, como problemas de espalda. Una base inadecuada puede perjudicar a la alineación de tu columna y reducir la efectividad de las propiedades de tu colchón.

Dicho todo esto, puedes optar por:

· Un somier, estructura de soporte formada por un marco de madera o metal con láminas que permite la circulación de aire óptima alrededor del colchón, ayudando a mantenerlo fresco y seco;

· Una base tapizada o box spring, que consiste en un marco de madera cubierto por tela y a menudo incluye resortes. Proporciona un soporte consistente al colchón y añade altura a la cama, lo que puede hacerla más accesible y estéticamente agradable.

· Un canapé abatible que ofrece almacenamiento debajo del colchón, ideal para espacios reducidos. La base sólida proporciona un apoyo uniforme y firme, adecuado para todo tipo de colchones.

Tamaño de la cama

El tamaño de la cama es un factor crítico que afecta directamente la calidad de tu sueño. Una cama adecuadamente dimensionada te proporcionará el espacio necesario para moverte libremente durante la noche, evitando interrupciones del sueño y asegurando un descanso reparador.

Al elegir el tamaño de tu cama, hay varios aspectos a considerar:

· Espacio disponible en tu habitación: como regla general, intenta dejar al menos 60 cm de espacio libre alrededor de los tres lados de la cama que no están contra la pared. 

· Tamaño y altura de los durmientes: si duermes acompañado o eres especialmente alto, apuesta por una cama de gran formato para no molestar a tu pareja y evitar que tus pies cuelguen fuera del colchón. Las camas Queen o King size permiten que ambos durmientes se estiren sin invadir el espacio del otro. 

· Presupuesto: el tamaño de la cama va a determinar el coste del colchón y la ropa de cama, pero invertir en una cama que se adapte a tus necesidades de sueño puede mejorar significativamente tu calidad de vida. ¿Te has parado a pensar la cantidad de horas que pasamos durmiendo? Sin duda, merecen una buena inversión.

Crea un rincón para la siesta

A veces nos apetece echar una pequeña cabezada, lejos del dormitorio. Tener un espacio favorito para abandonarse al dulce placer de la siesta, es un regalo. Busca un lugar tranquilo en tu hogar que invite al descanso. Puede ser una esquina de una habitación poco utilizada, un altillo o incluso un balcón cerrado. ¿Lo tienes localizado? Ahora toca hacerlo cómodo: añade una pequeña cama de día, un sofá cama o incluso una hamaca. Asegúrate de tener a mano mantas ligeras y una almohada suave para maximizar el confort. Recuéstate, cierra los ojos y disfruta.

Si vives con otros, establece reglas sobre cuándo y cómo puede utilizarse este espacio para garantizar que se mantenga como un refugio tranquilo para el descanso.

Transformar tu hogar en el lugar perfecto para dormir es un proceso que combina la elección del mobiliario adecuado con la creación de un ambiente propicio para el descanso. Al seguir estos consejos, no solo celebrarás el Día Mundial del Sueño, sino que también te regalarás el bienestar que otorgan las noches de descanso profundo y reparador. Recuerda, invertir en tu sueño es invertir en tu salud y felicidad.