¿Crees que tu hogar refleja cómo eres? Cuando llegamos por primera vez a una casa se activan nuestros sentidos y captamos hasta el más mínimo detalle: el aroma de cada estancia, las piezas decorativas, la textura de los materiales… Enseguida, en nuestra mente se forma un concepto, una idea de cómo son las personas que viven en ese lugar.
Uno de los principales objetivos de la decoración de interiores es enseñar al mundo lo que te apasiona, tu carácter, tu forma de ver la vida y de disfrutarla. Si ahora mismo miras a tu alrededor: ¿qué es lo que ves? Si hay detalles con los que no conectas o algún elemento que taparías sin dudarlo, sigue leyendo, porque hoy nos proponemos ayudarte a crear un ambiente cómodo y personal a través de unas ideas increíbles para decorar tus paredes.
Existen multitud de opciones para decorar paredes. Sin embargo, hay algunas cosas que debes tener en cuenta para construir un discurso estético que dé sentido a lo que quieres transmitir. No solo te centres en decorar una pared con aquello que más te guste, lo correcto es pensar en un todo. El conjunto debe tener en cuenta las entradas de luz natural. Ten en cuenta que la decoración de tus paredes debe invitar a descubrir qué hay estancia tras estancia, incitar a la curiosidad a través de elementos que sorprendan. Y no te olvides de la importancia de los colores, dales el protagonismo que se merecen.
La decoración de tus paredes, además de definirte a ti, también es lo que va a definir los límites de tu hogar. Ve despacio y dedícale el tiempo necesario para construir la mejor atmósfera posible.
Aunque puede parecer un tópico, no subestimes la personalidad que pueden dar unas fotografías bien elegidas. No solamente tienen cabida tus mejores recuerdos con familiares y amigos. A través de ellas puedes sumergirte en otras épocas, viajar a tus lugares favoritos del mundo, o admirar a tu artista fetiche a través de imágenes de sus obras.
Si crees que las paredes decoradas con fotos encajan contigo, busca el rincón perfecto donde dejar volar la creatividad. Elige un formato sofisticado o uno atrevido para tu salón; nosotros apostamos por enmarcarlas con tonos neutros y colocarlas en forma de mosaico. De este modo, captarán la atención y se convertirán en el ángulo más popular. Si tienes escaleras, decora la pared con las fotos siguiendo la estructura que tengan, conseguirás una gran armonía. Para la cocina o habitaciones, elige una disposición más desenfadada, utiliza cuerdas del material que prefieras y cuelga numerosos recuerdos repartidos en pequeñas imágenes a lo largo de ellas.
La madera es un material capaz de transformar tu hogar por completo. Es versátil y se adapta bien a gran cantidad de estilos y, además, genera una sensación de confort, de calidez y de formar parte de un entorno más natural. Vamos, que la madera siempre es una buena opción.
Las posibilidades de decorar paredes con madera también son muchas y variadas. Puedes optar por revestir de listones de madera uno de los muros de la estancia, para darle ese toque rústico y acogedor. Si te decides, puedes probar a colocar los listones formando figuras geométricas. No solo aportarás un toque extra de personalidad, también ganarás en textura y, si alternas distintos grosores, puedes llegar a conseguir un efecto escultural.
Es una de las maneras más rápidas para transformar tu casa. Sin duda, los vinilos decorativos son una de las estrellas de los diseños de interiores, ya que son resistentes y duraderos. Las opciones son infinitas, existe un diseño de vinilo decorativo para cada estilo. Puedes optar por cubrir una pared entera o por un tipo de vinilo más pequeño con el que integrar un elemento con el resto de la habitación.
Como en cualquier técnica de decoración de interiores, es importante saber dónde solemos cometer más errores. En el caso de la decoración de paredes, hay que evitar caer en el ruido visual, porque una pared mal decorada puede arruinar una habitación entera.
En primer lugar, la importancia de elegir el color correcto es vital. Para ello, debes tener en cuenta aspectos como la iluminación y las dimensiones de la estancia. Si te gustan los tonos oscuros, opta por incluirlos en las estancias más grandes, pues absorben gran cantidad de luz y en una estancia pequeña generaría una sensación opresiva. En estas últimas, mejor apuesta por los tonos más claros, que dan sensación de amplitud.
Intenta no colapsar visualmente las paredes. Llenar la superficie de muchas cosas lo único que generará es un totum revolutum que no te permitirá destacar tus piezas más especiales.