Cómo restaurar muebles antiguos: técnicas para darles una nueva vida

Lijado y sellado de la madera

La madera es un material muy poroso, lo que provoca que absorba líquidos y con el paso del tiempo pueden aparecer malos olores. Para devolverle su aspecto original, debemos lijar la madera y después sellar con poliuretano o barniz, evitando así futuras absorciones.

Para limpiar y sacar brillo a la madera, podemos usar una mezcla seca de abrillantador para madera y agua, que eliminará la suciedad, el aceite o las marcas de huellas dactilares. Y, una vez tengamos la superficie seca, aplicaremos un acabado transparente para protegerla.

Algunos muebles de madera no están pensados para durar toda la vida. Por ello, a la hora de restaurar, debemos elegir piezas bien hechas y preferiblemente de madera maciza, aunque también es posible restaurar muebles chapados, siempre que realmente valgan la pena.

Pintar o teñir un mueble de madera

La pintura o el tinte que elijas deben complementar el color y la veta de la madera e ir en consonancia con la decoración y estilo de tu hogar. La madera natural no necesita pintura, aunque las maderas claras pueden beneficiarse de una capa de tinte. Así, los colores claros, como el blanco, el beige o el gris, aportan luminosidad; mientras que los oscuros pueden hacer que la madera parezca sucia y desgastada.

Existen diversos tipos de tintes, acuosos, hidroalcohólicos o barnices teñidos, que podemos sellar con cera para, después, darle un aire envejecido con una última pasada de lija. Si quieres conseguir este efecto y generar más contraste, te recomendamos usar dos pinturas, una de base color dorado y otra de algún tono vivo.

Tapizar y actualizar una pieza

El tapizado se ha utilizado durante siglos para transformar los muebles y actualizarlos, pero, si quieres crear un contraste entre el tapizado y el resto de la decoración, cortinas o mantas de sofá, puedes emplear una tela de estilo vintage. Resaltarás la pieza, potenciarás su carácter retro y dinamizarás el conjunto.

Lo primero será medir la superficie a tapizar, retirar la tela anterior e ir sellando con una grapadora especial para tejidos. Para que la pieza quede del todo renovada, también tendrás que sustituir el relleno antiguo por uno más nuevo y cómodo.

Cambiar los herrajes de muebles y puertas

Los herrajes suelen ser de hierro o acero, por lo que hay que cuidarlos adecuadamente para evitar que se oxiden. La limpieza debe realizarse con un paño suave y sin abusar de los productos químicos, ya que pueden dañar la pintura del mueble.
Cuando realices el cambio de herraje, deberás hacerlo por completo, desatornillando las placas embellecedoras, retirando los pomos, quitando los picaportes y sustituyendo cada pieza por una nueva.
 

Añadir nuevas piezas a tu mueble antiguo

Cuando renovamos un mueble podemos darle otro aire añadiendo nuevas piezas. Para ello, lo primero que debemos tener en cuenta son las medidas, para saber si son compatibles o no. Puedes usar un nuevo cajón para el mueble que estás restaurando, cambiar las puertas de un viejo armario o darle más funcionalidad instalando baldas en el interior. Otra opción para rejuvenecer muebles consiste en cambiar los tiradores; una manera sencilla y rápida de darle una segunda vida a nuestra pieza.
 
Como hemos visto, la restauración de muebles puede ir desde una sencilla limpieza hasta el tratamiento total de los materiales y el cambio de piezas básicas para hacerlo totalmente funcional. Atrévete a darle otra oportunidad a ese mobiliario de otra época. No solo tendrás una pieza única, además habrás disfrutado y aprendido durante todo el proceso.