El arte decorativo es siempre un acierto independientemente del estilo. Hablamos del uso de objetos en nuestro hogar con una finalidad utilitaria y, sobre todo, ornamental. Aquí tienen cabida, desde elementos arquitectónicos como vidrieras o relieves, a piezas de mobiliario y por supuesto objetos decorativos como esculturas, pinturas o fotografías, entre otros.
Hoy vamos a centrarnos en el arte decorativo destinado a decorar las paredes para contarte cómo crear ambientes llenos de armonía; cómo elegir estas obras o en qué lugar situarlas. Siempre respetando nuestro gusto personal y lo que queramos aportar en cada estancia.
La clave está en apostar por obras inspiradoras que despierten emociones. Puedes optar por el arte clásico o hacerlo por obras con un carácter más contemporáneo, pero siempre teniendo en cuenta el espacio en el que se van a integrar, es decir, el resto de elementos decorativos y de mobiliario que hay en una estancia para no romper el equilibrio o, por el contrario, crear un contraste a propósito, ¡tú decides!
Otra cuestión importante, antes de taladrar las paredes, es saber qué vamos a colgar, dónde vamos a hacerlo y cómo irá dispuesto. Otra opción es colocar los cuadros en estanterías, sobre un aparador o incluso, si son de gran formato, en el suelo y apoyados en la pared.
El primer paso es decidir qué formato va a vestir nuestras estancias. Podremos elegir entre láminas, fotografías y pinturas. Dependiendo de nuestro gusto personal o de la zona que vamos a decorar podemos decantarnos por una u otra opción. Incluso podemos combinarlas creando un conjunto variado y original.
Las láminas son una opción sencilla para decorar, ya que tienen mucha fuerza visual y son perfectas para cualquier estilo decorativo. Pueden ser de gran formato o de tamaño más reducido y de muy diversas temáticas; pueden reproducir obras pictóricas, ilustraciones o fotografías.
Uno de los recursos más utilizados en el interiorismo es la fotografía original. Podemos optar por una imagen de gran formato que se convierta en protagonista de una estancia o bien por una serie de fotografías de idéntico formato y enmarcado que creen una secuencia armoniosa y potente. Con este tipo de imágenes podemos despertar sensaciones y emociones únicas a través de escenas que aporten frescura y originalidad.
La pintura es una expresión artística que se remonta a las primeras épocas de la humanidad. Desde las pinturas rupestres, siempre ha estado presente a lo largo de la historia y, en tiempos más modernos, se ha convertido en una pieza fundamental de la decoración de cualquier hogar. Y sigue estando presente en el siglo XXI. Las piezas pictóricas son capaces de transformar los espacios, embellecerlos y dotarlos de armonía y personalidad. Además, existe un amplio abanico de estilos y técnicas para que elijas aquello que te transmita más y mejores sensaciones o te ayude a crear un ambiente determinado.
El objetivo de un marco es proteger y realzar el valor de una obra. También nos permite crear armonía en un conjunto con diversas obras enmarcadas. Si adquirimos un cuadro o lámina sin enmarcar y queremos integrarla en nuestro hogar, lo mejor es dejarse asesorar por un experto… A no ser que lo tengas muy claro.
Estos son algunos tipos de marco que puedes encontrar:
La decisión será diferente si queremos un único cuadro para un espacio concreto del hogar. En este caso la importancia la tiene ese elemento que se convertirá en el centro de todas las miradas. Por el contrario, cuando creamos un conjunto, las piezas deben combinar a la perfección entre ellas y con el resto de la decoración, dando como resultado un conjunto equilibrado donde cada elemento se integre como un eslabón perfecto.
La iluminación idónea para cualquier cuadro es la natural que no incida de forma directa para evitar reflejos incómodos. Con la luz aportamos a la obra la importancia que merece. Si está ubicada en una zona interior, como un pasillo oscuro, la luz artificial que la acompaña será tenue, sin robarle el protagonismo, evitando la creación de sombras. Sea como sea, siempre debemos buscar la ubicación perfecta para que cada pieza luzca por sí misma.
Un cuadro le puede dar vida a cualquier rincón del hogar. Al igual que pasa con la escultura decorativa, la pintura, la ilustración o la fotografía son elementos de gran peso visual que dan fuerza y personalidad a cualquier estancia.
El recibidor es lo primero que vemos de una casa y ubicar una pieza pictórica en esta zona aporta fuerza y estilo. De hecho, puede ser una declaración de principios de lo que nos vamos a encontrar en el resto de la vivienda.
El salón es la estancia de la casa donde pasamos más tiempo, donde recibimos a las visitas y donde podemos dedicar más tiempo a disfrutar del entorno creado. Si contamos con una zona amplia y paredes despejadas, podemos diseñar un conjunto armonioso para crear un ambiente acogedor.
También podemos optar por ubicar una pieza en nuestro dormitorio, como cabecero o por encima de este, para crear un espacio más íntimo y relajado.
Si queremos ofrecer algo de luz y vida a nuestra cocina nada como adornar con arte colorido y sutil. Una excelente opción es optar por ilustraciones clásicas de alimentos o hierbas aromáticas, fotografías de platos o divertidas y deliciosas imágenes de alimentos.
Un baño estiloso y elegante puede transformarse completamente con un cuadro de gran tamaño en alguna de sus paredes. Aquí debes tener especial cuidado con la opción que elijas para que no se deteriore con el vapor generado por el agua caliente y por la humedad.
¿Hay una escalera en casa? Aprovecha para decorarla con fotografías de viajes o familiares y crea un pequeño recorrido, escalón a escalón. ¿Tienes un pasillo y quieres darle más vida? Apuesta por una composición con cuadros de idéntico formato colocados en hilera y verás cómo creas la sensación de espacio secuenciado. Pasará de ser un recorrido aburrido a convertirse en uno mucho más interesante y animado.
Estos son algunos consejos para crear ambiente y decorar las paredes de tu hogar con cuadros pero no dejes de buscar la inspiración en galerías de arte o ferias de decoración. Estos lugares son el ejemplo perfecto de cómo exponer de forma correcta y coherente una obra para darle el protagonismo e importancia que se merece.
Te puede interesar
No te pierdas nuestros articulos