Para que un edificio se pueda poner a la venta o en alquiler, es imprescindible que este cuente con un certificado energético de viviendas. Este documento permite saber cuánta eficacia energética tiene un edificio en comparación con unos estándares preestablecidos. Sigue leyendo si quieres tener toda la información.
En primer lugar, hay que tener en cuenta que la certificación energética es uno de los documentos que se deben presentar en la notaría cuando se vaya a producir la firma del contrato. En caso de no contar con él, el notario podría negarse a formalizar la operación.
Pero vamos a ver exactamente qué es la certificación de eficiencia energética en viviendas y, sobre todo, a quién corresponde su elaboración.
La certificación energética es uno de los principales documentos que se presentan en la notaría cuando se produce cualquier compraventa de una vivienda o edificio de viviendas. Es obligatorio al punto de que, sin él un notario puede detener la formalización de la transacción inmobiliaria.
El certificado de eficiencia energética determina cuánta energía consume una vivienda, edificio o edificio de viviendas durante un año. Al igual que los electrodomésticos, una casa, piso o el edificio en el que este se encuentra necesitan un certificado de eficiencia energética.
Y por supuesto, es clave para que sea posible poner a la venta o en alquiler una vivienda, ya que nadie desea vivir en una casa que requiere mucha energía para mantenerse caliente en invierno o fría en verano.
Así pues, nos encontramos con una escala que va desde la letra A a la G:
Como ya habrás imaginado, la intención de estos certificados, además de ayudarnos a ahorrar en nuestras facturas, es promover un tipo de construcción más sostenible.
El certificado energético es obligatorio solamente en caso de que quieras vender o alquilar la vivienda. En cualquier caso, contar con esta etiqueta en una vivienda o edificio puede contar con muchas ventajas tanto para los vendedores como para los compradores. Estas son las principales:
Según el informe del IDAE, el consumo eléctrico promedio en los hogares de España alcanza los 3.487 kWh anuales. Esto se traduce en un consumo mensual estimado de alrededor de 290,58 kWh en promedio. Es fundamental considerar que este valor experimenta notables fluctuaciones a lo largo del año debido a las estaciones y las demandas estacionales.
Pequeños gestos como el uso de luces LED, llevar cuidado con el consumo de agua, poner la calefacción con termostato y tomar medidas de aislamiento y aprovechamiento energético son elementos clave que influyen en el ahorro de una vivienda y que aumentan la eficiencia de esta.
El contenido del certificado de eficiencia energética debe comprender como mínimo estos datos.
Todo certificado de eficiencia energética va acompañado de una serie de medidas propuestas con el objetivo de mejorar la calificación energética del edificio o vivienda. Estas medidas ayudarán a los propietarios a ahorrar, les ofrecerán un mayor nivel de vida y beneficiará el medio ambiente, pero también tendrán un coste efectivo que se debe tener en cuenta.
Existe tres tipos de acciones que mejorarán la calificación energética de un edificio:
Toda reforma en una casa o edificio tendrá el objetivo intrínseco de hacerla más eficiente y reducir su consumo de energía y sus emisiones de CO2. A la hora de llevar a cabo la tasación de una vivienda, se mira con lupa todas aquellas medidas o reformas que se hayan podido acometer con el objetivo de mejorar la calificación y eficiencia energética de la propiedad. Se trata de una inversión inicial encaminada a ahorrar costes y gastos en el futuro, además de ser menos contaminante para el medio ambiente.
Existen varias situaciones en las que conviene contar con el Certificado Energético de una vivienda, sobre todo si se tiene la intención de llevar a cabo alguna operación de alquiler, compra o venta.
Si compras una casa para alquilar, asegúrate de que esta cuenta con el certificado, y de si tienes que acometer ciertas mejoras para aumentar la calificación energética de la propiedad.
Cuando se trata de transacciones entre viviendas o alquileres de las mismas, tendrá que existir un certificado energético para que la operación pueda completarse.
De hecho, para una vivienda, el certificado energético es obligatorio cuando se trata de:
No será obligatorio el certificado energético en los siguientes supuestos:
Toma nota de los pasos precisos para su obtención:
No hay nada fijado en torno al precio de los certificados energéticos. En este sentido, dependerá de la tarifa de cada técnico y de los metros cuadrados que tenga la vivienda, que es uno de los parámetros en los que suelen basarse para poner precio a su labor. También varía el precio en función de la Comunidad Autónoma que se trate.
Al no existir tarifas oficiales, es importante comparar entre diferentes empresas o particulares para encontrar la opción más adecuada.
Pero no vayas a creer que este certificado no caduca, pues pasados diez años deberás repetir el proceso descrito.
Dicho todo esto, solo nos queda destacar que las viviendas de Kronos Homes cuentan con certificación energética de tipo A, pues apostamos por la arquitectura sostenible y estamos seguros de que, para nuestros clientes, es importante participar de este cambio de rumbo en la forma de construir y de vivir.
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